DE MIS 100 SONETOS TAMBIÉN...
De "Cien sonetos de Alberto" (2009)
Alberto López Serrano
CAMINAR EN CÍRCULOS
Sólo una cosa miro en los espejos:
la interminable ronda de mi historia
que tercamente guarda en su memoria
el más torpe y cabal de los reflejos.
Tu recuerdo que inútil, caprichoso,
es el mismo que siempre pasa y pasa,
fugaz y eterno en la victoria escasa
de mirar para siempre al claro foso.
Mi necio afán que ahora está, cobarde,
sin poder esperar (¿porque ya es tarde?)
ni la vaga señal de tu reflejo.
Entonces me entretengo en lo soñado,
viendo el reflejo de un imaginado
espejo que repite a otro espejo.
ALGÚN SONETO
Te voy a componer algún soneto
que desordene, agite tus sentidos
y tus miembros dejar enteleridos,
desmantelarte en el primer cuarteto.
Pondré un endecasílabo indiscreto
que acelere y sonroje tus latidos,
una imagen de labios atrevidos,
que morbosos te lleven al terceto.
Aquí voy a escribir provocaciones
y tus miembros arder, atesterados,
en el calor de mis insinuaciones,
y entregarás tus muslos deshojados,
como un final de versos demorados
liados a la fricción de los condones.
Alberto López Serrano
CAMINAR EN CÍRCULOS
Sólo una cosa miro en los espejos:
la interminable ronda de mi historia
que tercamente guarda en su memoria
el más torpe y cabal de los reflejos.
Tu recuerdo que inútil, caprichoso,
es el mismo que siempre pasa y pasa,
fugaz y eterno en la victoria escasa
de mirar para siempre al claro foso.
Mi necio afán que ahora está, cobarde,
sin poder esperar (¿porque ya es tarde?)
ni la vaga señal de tu reflejo.
Entonces me entretengo en lo soñado,
viendo el reflejo de un imaginado
espejo que repite a otro espejo.
ALGÚN SONETO
Te voy a componer algún soneto
que desordene, agite tus sentidos
y tus miembros dejar enteleridos,
desmantelarte en el primer cuarteto.
Pondré un endecasílabo indiscreto
que acelere y sonroje tus latidos,
una imagen de labios atrevidos,
que morbosos te lleven al terceto.
Aquí voy a escribir provocaciones
y tus miembros arder, atesterados,
en el calor de mis insinuaciones,
y entregarás tus muslos deshojados,
como un final de versos demorados
liados a la fricción de los condones.
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