Pyrra
378 (PYRRA) Tetis teje piedras con la arena. Los bordes le desgarran la piel blanda de los dedos. El pálido rostro perdido en los ojos del vacío. Y los pies de plata mastican olas de purpurina y de su propia sangre. Hallaron los cabellos cortados en el lodo, rubio vellón a destajo trasquilado. ¿Tres disparos en el tórax no bastaron, Ménades? Le rasgaron el vestido y la sandalia azafranada. Las uñas le quebraron y los dedos. ¿No saciaron, Ménades, con sangre el odio? ¿No retuercen la calle y sangre escurre? Tetis se levanta gris entre las olas. Abraza a las nereidas que han llegado y que le cantan. Abraza los recuerdos que la queman. Camina sola en la caliente arena. Ruidosa cae al reclamar a Zeus… Un río se abre paso hacia el océano. Hija de Tetis, Pyrra Aquilea de veloces pies, más rápido corrieron los disparos, más rápido caíste en la acera sorda. Y